Como lo anunciamos en la edición anterior, San Bernardo se encuentra en jaque luego de un aumento en los niveles de violencia, delincuencia y criminalidad, especialmente en ciertos sectores donde parece imperar la ley del más fuerte.
Esto fue comprobable durante la jornada del 18 de octubre, hito que fue conmemorado a nivel nacional con marchas pacíficas que desembocaron en el centro de la Capital, sin embargo al llegar la noche, bandas de delincuentes aprovecharon de saquear un mall Chino y un Supermercado en el sector de Padre Hurtado.
El panorama en ambos establecimientos comerciales era “desolador”, ya que una mega-turba de unas 500 personas vulneró las rejas para proceder a, literalmente, llevárselo todo, incluyendo productos, artefactos, mobiliario, tal como una especie de marea humana destructiva que al día siguiente, por si no bastara, comenzar a robar lo que quedó en medio de escombros y basura. En los dos locales la pérdida fue total y por lo tanto más de una treintena de personas perdió de la noche a la mañana su fuente laboral.
Escenas como estas recordaron los crudos acontecimientos delictuales durante el estallido social y que nada tiene que ver con las legítimas demandas ciudadanas, catalogándose simplemente como pillaje, aprovechamiento y delincuencia común que constantemente buscan estos espacios para cometer robos, a pie, en bicicleta y en automóvil.
Carabineros detuvo a 48 individuos que pasaron a control de detención en espera de aclarar los hechos y determinar las responsabilidades penales.
La baja dotación policial, la falta de planes efectivos para combatir la delincuencia han hecho de San Bernardo una comuna extremadamente vulnerable y peligrosa, incluso para choferes de la locomoción colectiva que temen por sus vidas y que no se atreven a circular por la que ellos denominan “zonas rojas”, ya que deben lidiar con bandas armadas que intimidan y asaltan a los pasajeros, una modalidad que llama la atención por su extrema violencia.
En otro hecho de carácter policial, en una entrevista a radio Bío Bío, el Alcalde Christopher White confidenció haber recibido amenazas de muerte.
Durante la previa del 18 de octubre, el Alcalde convocó a un Consejo de Seguridad Pública integrado por Carabineros, Bomberos y Policía de Investigaciones, para coordinar estrategias y así prevenir los hechos que todos conocemos que acabaron con saqueos en distintos locales comerciales, pero que sin embargo, Carabineros “decía que tenía limitaciones para ingresar a ciertos sectores, porque tenían armamento de guerra”, dijo, y agregó que “para cada fecha que genera controversia en el país, se ha aprovechado el lumpen de la delincuencia para hacer de las suyas, no es la primera vez que ocurre”, afirmó.