EL CIRCO DEL MUNDO: 25 AÑOS DE EXPERIENCIAS TRANSFORMADORAS

Publicado por La Voz San Bernardo Como Octubre 26, 2020

Categorias

Etiquetas

EL CIRCO DEL MUNDO: 25 AÑOS DE EXPERIENCIAS TRANSFORMADORAS

Por: Marcelo Mallea H.

La historia comenzó en San Bernardo, en dependencias de la Corporación El Canelo de Nos a partir de una iniciativa del Cirque Du Soleil y Jeunesse du Monde en 1995 y a través de un proyecto de cooperación internacional para realizar talleres circenses a artistas chilenos, principalmente actores y bailarinas, con el objeto de ocupar estas artes como medio de intervención en el ámbito psicosocial, educacional y cultural, potenciando la transformación social hacia el desarrollo humano y en colaboración con la comunidad, especialmente en niños, niñas y jóvenes.

Así nació el Nuevo Circo en Chile, y de paso el espectáculo “ZirkoZita”.

Conversamos con Alejandra Jiménez Castro, Directora de El Circo del Mundo y Directora Académica de la Escuela de Artes Circenses.

Han transcurrido 25 años de historia. Si tuvieras que definir este paso del tiempo, ¿cómo lo harías en tan sólo 3 palabras?

Aprendizaje, arte viva, creación, constancia. El Circo del Mundo es la mejor escuela que una persona podría tener para desarrollarse en su vida, y ser feliz también.

La historia comienza en San Bernardo, específicamente en El Canelo de Nos, gracias a una iniciativa del Cirque du Soleil y Jeunesse du Monde en 1995. ¿Qué recuerdas de este arribo; sus primeros años y cómo fue tomando forma el proyecto?

El proyecto parte bastante pequeñito, como una invitación, y va tomando mucha fuerza por la gente y eso es lo bonito del Circo del Mundo, porque nace en realidad con una invitación a tomar estos talleres; nosotros teníamos que después replicar estas experiencias para poder acceder al segundo taller, pero todo fue tomando otro rumbo, hasta armar las primeras formas de trabajo, luego generamos una pequeña estructura, los artistas nos organizamos, después pasamos a ser los monitores, los coordinadores, etc., y fue creciendo para transformarse no solamente en un proyecto del Canelo de Nos, sino que en el programa “Circo del Mundo”, que era importante en el Canelo; hasta el año 2000 en que nosotros nos independizamos de muy buena lid, porque efectivamente ya habíamos crecido mucho y teníamos ya metas, y planes súper estratégicos, como generar la primera escuela profesional de circo, etc., cosas que ya quedaban grandes para el espacio Canelo.

Hasta el día de hoy estoy muy agradecida del Secretario Ejecutivo de la época, de Gabriel Sanhueza, a quien extraño siempre, que lamentablemente nos dejó, pero nos hizo un regalo precioso al ayudarnos a irnos del Canelo, a irnos bien, porque a veces, cuando las organizaciones se separan o proyectos salen de alguna organización, no siempre lo hacen de buena manera, y aquí fue algo súper bonito, cariñoso, amable, amoroso. Nos fuimos con todos nuestros implementos, con todas las cosas que habíamos adquirido como programa, con nuestras contrapartes; entonces, de verdad que fue una salida muy linda y que habla muy bien del Canelo y particularmente de Gabriel Sanhueza.

Entonces, cómo nace ZirkoZita?

ZirkoZita nace porque los monitores convocados a este trabajo éramos todos artistas, entonces de alguna manera estaba la inquietud de pasar esas formaciones a un proceso artístico-creativo y Alain Veilleux, quien era el primer instructor que llegó, tuvo esa inquietud también. Nos pusimos las pilas y dijimos…”¡démosle!”. Empezamos a ensayar, cada uno fue tomando distintos roles, y algunos fueron artistas de escena, otros de producción, y sacamos todo a pulso, sin ningún peso. Es importante destacar todo el aporte de los instructores Rock Jutras, Alison Crawford y Stephane Bernier.

El espectáculo se estrenó en octubre de 1998, es decir tres años desde el inicio de El Circo del Mundo.

ZirkoZita es importante, porque es el primer espectáculo del nuevo circo en Chile, no solamente del Circo del Mundo, sino que en el país.

ZirkoZita estuvo, por lo menos dos o tres años, no solamente en el Canelo, sino que en distintos lugares de Santiago; después nos ganamos un proyecto, así es que hicimos una gira regional, por dos o tres regiones, hasta el 2002, que fueron las últimas funciones en la Estación Mapocho.

Durante esta experiencia transformadora, ¿cuál ha sido el mayor impacto del Circo Social en nuestro país, y a cuántas personas ha impactado a lo largo de estos 25 años de vida?

El mayor impacto del Circo del Mundo en relación al circo social es haber demostrado que el arte, en este caso el circo como un arte escénico es una experiencia transformadora, que no solamente genera un proceso resiliente a niñas, niños y jóvenes, sino que también los llena y los colma de otras habilidades; habilidades socio emocionales, cognitivas, sociales. Entonces, en ese sentido, creo que fue un aporte.

La verdad, es que yo creo que fuimos los primeros en empezar a hablar de transformación social en Chile, y a veces nos quedan mirando como…”ya, y qué es esto”. Recuerdo muchas reuniones con autoridades que hoy día (me da risa), porque hablan del arte y la transformación social como parte de una cosa obvia, pero hace 20 años atrás eso no era obvio, y nosotros le dimos valor también, desde lo profesional, valor desde no separar nunca el arte y la creación como herramienta transformadora, en sus distintas dimensiones; eso es muy importante.

Hemos llegado hasta la fecha a más de 20 mil niñas, niños y jóvenes, con diversas vulnerabilidades, no solamente en la Región Metropolitana, sino que también en otras regiones con proyectos en Iquique, Frutillar, Lebu, y generando formaciones de formadores y proyectos específicos a lo largo de todo el país. Hemos alcanzado a casi 1 millón de chilenas y chilenos a través de nuestras giras con los 12 espectáculos que llevamos en el cuerpo.

Y, ¿cómo les ha impactado esta pandemia y crisis sanitaria ante la falta de recursos y oportunidades de desarrollo, crecimiento y proyecciones para éste y los años venideros?

La pandemia ha sido bien terrible, como a todos los artistas y trabajadores de la cultura, se nos cortó el trabajo. Nosotros como Circo del Mundo somos una institución colaboradora del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, estamos insertos en el programa OIC (Otras Instituciones Colaboradoras), entonces tenemos una base financiera que nos permite tener una estructura de nuestro plan de gestión y que por supuesto, no es el financiamiento total de El Circo del Mundo, pero sí es la base. Por suerte somos parte de ese programa y eso nos ha permitido pagar pequeños sueldos al equipo, nos ha permitido seguir pagando la luz, el agua, la mantención del espacio; aunque esté cerrado hay que seguir manteniendo guardias, alarmas, pero hay un 50% de los recursos que los obtenemos a través de la venta de servicios, convenios, colaboraciones y eso ha sido “cero”, pero independientemente a eso hemos tenido un regalo bien bonito en este momento, porque nos permitió reflexionar harto sobre lo que estábamos haciendo y hemos llegado y trabajado muy bien desde el área social con niñas, niños y jóvenes a través de la virtualidad, haciendo cosas que hace un año atrás habría sido impensable, si alguien nos decía si podíamos hacer algo así por una plataforma como Zoom, y…sí, ha sido efectivo.

Lo que no puede ser y no ha sido posible es la profesionalización; la escuela profesional se tuvo que suspender hasta el 2021, porque uno no puede enseñar circo de manera profesional a través de una pantalla, eso no es viable. Se suspendieron las giras, se suspendió un estreno que teníamos.

¡Fue fuerte!, porque eran nuestros 25 años y lo habíamos imaginado con bombos, platillos y muchas lentejuelas durante el año y eso no fue posible. Teníamos un estreno el 30 de abril en Matucana 100, de hecho reestrenábamos “Subzirko, destinos bajo tierra”, que fue una obra muy bonita que recorrió muchos lugares de Chile y fuera de Chile también, y habíamos ganado un Fondart de Patrimonio Escénico. Ese día íbamos a hacer una fiesta para celebrar nuestros 25 años, y…bueno, tuvimos que hacer una ceremonia muy modesta por Zoom, pero lo hicimos, y eso fue bonito, ya que como dije, ha sido una invitación a reflexionar, a trabajar muy en equipo, a detenerse en lo que hemos hecho y en cómo queremos seguir para adelante. Ha sido un proceso interesante para nosotros, como equipo, pero, claro, estamos al debe en todo lo artístico, con todos los programas profesionales, artísticos y de formación, pero el arte social y de educación siguen funcionando muy bien. Los programas que tenemos han sido muy importantes para niñas, niños y jóvenes, con herramientas artísticas, circenses y muy lúdicas, por supuesto no podemos hacer trapecio y grandes cosas, pero sí los profesores han sido muy astutos y muy creativos para poder generar un trabajo lúdico a través del clown, los malabares y la acrobacia y realizaremos el 26° Encuentro de Circo Social de manera virtual.

En general, ¿cómo se ve el panorama de las artes escénicas, y en particular de las artes circenses en nuestro país, a propósito de la pandemia?. ¿Qué lecciones deja y cómo podría mejorar, no sólo el financiamiento, sino que su promoción e inclusión en todos los ámbitos educativos, sociales y culturales?

Para las artes escénicas en general la pandemia ha sido catastrófica y además esta pandemia también develó lo precario del sector, las necesidades y la poca estructura que tiene nuestro Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que aunque sea un Ministerio joven, quedó también develada la falta de mecanismos que tiene para poder llegar realmente al sector con las necesidades que una pandemia como esta requiere. Por lo tanto está al debe el ámbito estatal y desde el privado, para que decirlo, porque jamás el privado aquí ha generado un vínculo directo y concreto en beneficio del arte y la cultura.

Para las artes escénicas ha sido muy, muy, muy difícil, tenemos un desafío importante ahora, creo que también este tiempo nos ha regalado otras cosas, como trabajar juntos, como coordinarnos, como fortalecer los gremios y en una pelea importante que se está dando ahora a nivel político de poder hacer efectivamente que el arte y la cultura disponga de un presupuesto de la nación decente (1 %), que hasta ahora es de 0,36%. Estamos generando lazos importantes con Diputados y Senadores para que el gobierno acceda a esto.

La lección…yo creo que el Estado entienda que tiene que robustecer el Ministerio y se tienen que generar políticas públicas no solamente desde los fondos concursables para que la gente haga un proyecto y que la gente vea arte, sino que efectivamente se entienda el arte y la cultura como un bien público, como un derecho de las personas a acceder a ellas, no sólo desde el público, desde la audiencia, sino que también desde la experiencia. Las personas tienen derecho a vivir una experiencia artística y desarrollarse a partir de eso, a generar espacios sociales, comunitarios y territoriales.

Por último, Alejandra, un mensaje en estos 25 años de vida. ¿Cómo imaginas este país en 25 años más, gracias a sus transformaciones, cambios, demandas sociales y Constitucionales?

El plebiscito nos va a dar la oportunidad de escribir una Constitución y de imaginarnos estos 25 años próximos o 50 quizás, de una manera distinta y donde principalmente se priorice el derecho y que sea un Estado garante, y en lo que nos toca a nosotros, que el arte y la cultura sean un bien público, un derecho humano, ese proceso a lo mejor no va a ser de inmediato y va a requerir de mucho trabajo, de mucha unidad también, pero tengo esperanzas en las hijas, los hijos y les nietes de esta generación.

Ya vivimos una juventud en dictadura, y nos tocó dar esa pelea, hoy día nos toca otra, y no es menor pensar en cómo tú quieres vivir o en qué lugar quieres vivir, qué leyes te rijan o qué derechos quieres que te garanticen una manera de vida. No es solamente el arte y la cultura, sino que el derecho al agua, la naturaleza. El desafío que tenemos por delante es muy importante, somos todos los que vivimos en este país protagonistas de aquello y ojalá estemos a la altura nosotros como hombres, mujeres y pueblos. Ojalá estén a la altura los partidos políticos para poder generar lo que hoy el pueblo pidió a gritos desde el 18 de octubre pasado y nos dio la oportunidad (benditos escolares que saltaron los torniquetes), sin eso no habría sido posible una nueva Constitución como lo estamos pensado hoy día.

Imagino un país más amable, más amoroso, imagino un país con mejor acceso a la educación, la salud, al arte, la cultura, creo que de verdad, porque lo hemos visto en el Circo del Mundo, cuando una persona tiene la posibilidad de ser parte de una experiencia artística, también tiene la posibilidad de cambiar su vida, de darle vuelta la mano al destino. Tiene la posibilidad de ser más creativo, más resiliente pero por sobre todo, tiene la posibilidad de ser más feliz, y creo que de eso se trata.

Alejandra Jiménez es actriz, pedagoga teatral y Magister en Gestión Cultural, actualmente es Directora de El Circo del Mundo y Directora Académica de la Escuela de Artes Circenses, además es fundadora, en sus inicios, junto a Alain Veilleux y Bartolomé Silva.