Estos meses han sido difíciles para la atención de salud primaria en San Bernardo. Sus trabajadoras y trabajadores demandan soluciones a las autoridades locales, denunciando la falta de medicamentos y una serie de problemas estructurales que tienen en vilo a toda la red, compuesta por 7 Centros de Salud Familiar, 4 Centros Comunitarios de Salud Familiar, 2 Postas, 5 Servicios de Atención Primaria de Urgencia, 1 Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad, 1 Centro de Salud Mental, Unidades de Apoyo en Farmacia y Laboratorio Comunal, 1 Centro de Atención de Adolescentes, 1 Policlínico y 2 Unidades Oftalmológicas, centros distribuidos de oriente a poniente para cubrir la amplia demanda de pacientes.
Tras paralizar sus funciones durante varias semanas, las y los trabajadores levantaron una consigna: “¡La Salud no aguanta más!”.
Según un diagnóstico del plan trienio de salud 2019, 2021, algunas de las demandas de la comunidad estuvieron marcadas por la deficiente infraestructura para la atención, insuficiente cantidad de horas médicas para atención adecuada y dificultad para conseguirlas, falta de especialistas y profesionales médicos, difícil acceso a los centros de atención, y en general falta de información. Todo esto se une a millonarias deudas del sector Salud, estimadas en más de 3.700 millones de pesos y otra elevada suma para reponer medicamentos, según información entregada en concejo municipal que obligó a levantar un plan comunal de negociación de deudas, también para comprar medicamentos a corto plazo, y la urgencia de reunirse con la ministra para constituir una mesa tripartita.
El martes 6 de septiembre, la municipalidad de San Bernardo y la Corporación Municipal realizaron una mesa de trabajo, encabezada por el alcalde Christopher White y que contó con la participación de Concejales, gremios de la Salud, Unión Comunal de los Consejos de Desarrollo Local, Dirección de salud, y directores y directoras de Cesfam y Unidades de Apoyo, con el objeto de realizar acuerdos y también garantizar la atención a nuestras vecinas y vecinos, acordando varios puntos:
“Transparentar la deuda actual del servicio de salud. La Corporación Municipal presentó la deuda que mantiene el servicio de salud, la cual asciende a $3.779.432.568. Ante esto, se comunicó un plan de acción que contemple negociación de deuda con proveedores a largo plazo, para desbloquear laboratorios; adquisición de insumos y medicamentos de corto plazo a diciembre 2022, reunión con la ministra de Salud para informar de la situación actual de la comuna” – informó el municipio y adelantó un Concejo extraordinario para votar por nuevos recursos y otras mesas de trabajo para vigilar los compromisos adquiridos.
Los petitorios de las y los trabajadores de la salud de San Bernardo están relacionados con postergaciones históricas, heredadas por cada administración: mantención de ascensores y sistema de calefacción, reposición de luminarias, sanitización, insalubridad en baños, reparación de filtraciones en techos, hacinamiento, falta de boxes asistenciales, entrega mínima de medicamentos, mantención permanente de fármacos patologías GES, cobertura de insumos para curaciones, dispositivos de diagnósticos, insumos para laboratorios en toma de muestras, materiales de oficina (mobiliario gastado, en mal estado), productos básicos para labores de higiene y aseo, mejoramiento de la red de internet (inestabilidad), mejoras al registro clínico, mejores equipos computacionales, de software
y hardware, también el fortalecimiento en los procesos de atención de urgencias al interior de los CESFAM y mejoras en la seguridad.
Ésta es una parte acotada de la llamada “deuda permanente con la salud” cuyas consecuencias son, inevitablemente, traspasadas a sus usuarios, en general toda la comunidad más vulnerable que merece dignidad e igualdad de condiciones para adultos mayores, niñas, niños, jóvenes, migrantes, y barrios donde se acumulan las insoportables listas de espera, a nivel local, central y nacional.
Hoy, es necesario mejorar el diálogo, llegar a acuerdos, administrar de mejor manera los recursos públicos, invertir más en salud, centrar, más allá de todo postulado o declaración de principios y valores, a las personas y sus necesidades más urgentes porque no pueden esperar.