Villa Maestranza de San Bernardo, barrio emblemático de nuestra comuna, mira con optimismo el futuro verde con múltiples iniciativas y el aumento gradual de su reciclaje domiciliario, gracias a los contenedores que reciben botellas plásticas, ubicados estratégicamente en todo el parque central de Avenida Portales Oriente, entre Baquedano y Almirante Riveros.
Hoy, es un hábito y una necesidad importante para vecinas y vecinos que incorporan la manera de cómo separan sus desechos, ya que no todo es basura.
A esto se suma el reciclaje de plástico PP5 a través de la creación de “Eco Botellas” que son depositadas en puntos, gracias a aporte municipal y de privados.
Para identificar los envases de “PP5” (Polipropileno), es necesario buscar el logo o sigla que está marcado con el símbolo universal de reciclaje, más el número “5”, presente en envoltorios y envases de tallarines, galletas, entre muchos.
La buena noticia es que el Polipropileno 5 es reciclable, es resistente a la corrosión, es impermeable, resistente a altas temperaturas, no contiene BPA, y al ser devuelto a su origen, la fundación Revalora fabrica “Eco Maderas”, para diseñar mobiliario de distinto tipo, principalmente urbano.
Actualmente, además de Villa Maestranza, existen 15 puntos para reciclar estas Eco Botellas que en su interior contienen PP5, de norte a sur.
Este año, los días lunes, se instala un contenedor municipal (Punto Limpio Móvil), que recorre toda la comuna en 33 puntos y donde es posible reciclar cartón, vidrio, latas, entre otros.
Además, dos tradicionales campanas recolectan botellas de vidrio, las que son retiradas cada cierto tiempo por una empresa.
El Centro de Desarrollo Social “Maestranza + Cultura”, integrado por un grupo de vecinas y vecinos de la villa, lleva más de cuatro años trabajando en temas de medioambiente, organizando reforestaciones ciudadanas y participando en proyectos de difusión sobre el Cambio Climático, cuidado del arbolado urbano y eficiencia energética. Durante 2022 realizarán un plan de “Reciclaje de materia orgánica”, mediante el “Vermicompostaje domiciliario”, biotécnica que consiste en utilizar la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) para la degradación de los residuos orgánicos y la producción de humus.
Esta lombriz se alimenta de residuos orgánicos, y por medio del proceso de digestión, los transforma en un fertilizante orgánico, conocido como humus, el cual es rico en nutrientes como nitrógeno, potasio y fósforo.
“Este proyecto, financiado por el Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público”, del Ministerio Secretaría General de Gobierno, beneficiará a un grupo de familias que realizarán esta tarea en sus domicilios; programa piloto que espera replicarse en toda la comunidad.
Gracias al vermicompostaje, disminuye la proporción de basura que va al relleno sanitario, porque los restos orgánicos de la cocina; por ejemplo, las cáscaras de papas, de cebolla, zanahorias, frutas, etcétera, podrán utilizarse en la generación de este “humus”, que es un componente fértil para el jardín, y uno de los mejores abonos orgánicos del mundo. Ahora, cada familia pondrá a trabajar su creatividad y de paso, tomará conciencia sobre el impacto del Cambio Climático” – explica Marcelo Mallea, Presidente del Centro de Desarrollo Social Maestranza + Cultura, institución que ganó este proyecto social.