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Constanza Hernández Díaz: “No hay palabras para describir lo que una obra puede transmitir”

Constanza Hernández Díaz: “No hay palabras para describir lo que una obra puede transmitir”

Por: Marcelo Mallea H.

Despojo: Acción y efecto de despojar o despojarse.

Despojarse: Privar a alguien de lo que goza y tiene, desposeerlo de ello con violencia.

Son rostros que observan desde el pasado a través de un vidrio que parece desaparecer en ocres, tierras y agua casi escurriendo aprisa hacia el borde del papel.

Tal vez, una acuarela no resista el peso de tanto desgarro y despojo.

Así se nos aparecen estas miradas ancestrales de la mano de la artista sanbernardina Constanza Hernández Díaz, mezclando misticismo y originalidad, entretejiendo realidades y problemáticas sociales invisibilizadas, como en la serie que nos presentó titulada “El Despojo”, exhibida recientemente en la sala Nemesio Antúnez de la Delegación Provincial de Maipo, antes de viajar definitivamente al museo de la Memoria Selk’nam en Porvenir, Región de Magallanes.

“Mi forma de ver el arte es a través de la conexión con las personas y conmigo misma, para lograr transmitir su emoción”  ―  explica Constanza, “Violeta”.

“La muestra principal de esta exposición es la serie “El Despojo”, donde desde referencias fotográficas de pueblos originarios, se busca dar una interpretación de sus diversas emocionalidades mediante la técnica de la acuarela, con el objetivo, quizás, a través del arte, dar voz a aquellos rostros oprimidos y olvidados en la historia, generando un punto de encuentro entre nuestras raíces ancestrales y la realidad socio política y cultural actual de los pueblos.

Me dedico a pintar rostros, y por primera vez lo estudiado respecto del retrato y la escuela clásica en su entorno fue un impedimento para poder ejecutar este trabajo. Los rostros presentados a continuación no poseen en su mayoría ninguna medida que cumpla con las proporciones planteadas por la academia, lo cual devela que el arte posee directrices basadas en el eurocentrismo, lo cual genera una predisposición que encauza a los artistas a la producción de retratos basados en cánones que se relacionan a la concepción blanca de la belleza. Con esta muestra busco transmitir a  través de estructuras faciales, expresiones, sensaciones y sentimientos de rostros que han sido por siglos los protagonistas de su resistencia y la reivindicación de sus identidades, en un intento por recuperar aquella memoria usurpada que deambula por nuestro torrente sanguíneo.

La invitación va dirigida a observar, reconocer y cuestionar nuestra historia, recordando así aquella profundidad de la raíz por la cual, incluso el arte, se nos ha alejado de aquellos rostros: la colonización, acompañada del despojo de nuestra ancestralidad” describe el folleto.

El camino no fue fácil para Constanza, muchas puertas se cerraron, muchas veces le dijeron que su obra no seguía el canon de la academia e incluso que no perseverara.

Eso no fue obstáculo para ella, que lejos de bajar los brazos, las ganas de gritar con el pincel la llevaron a multiplicar su obra, naciendo series de inconmensurable talento y valor artístico y social: “Jinetes en la Niebla”, “El Reinado de las Monarcas”, El Purgatorio de los Recuerdos”, “El Poder de las Dalias”, “La Espera”, “Rostros Mar y Tierra”, “El Imperio del Instinto” y ésta, “El Despojo” que viene a coronar su extenso currículo premiado a nivel nacional e internacional, especialmente por el manejo de una técnica llamada “Alla prima” (sin bosquejo previo), en el manejo de la humedad, del agua, húmedo sobre húmedo.

“La búsqueda constante de la representación plástica me ha llevado a incursionar en diversas texturas, atmósferas, paleta cromática. Pintar en total verticalidad me desafía a manejar la gravedad y utilizarla a mi favor” ― dice Constanza.

Constanza, ¿por qué la acuarela y no otra técnica?, y ¿cómo haces para pintar sin bosquejos sobre el papel?

Llama mi atención los efectos que puede conseguir el agua. Comencé de forma no academicista a formarme de a poco, y cuando terminé mi carrera decidí ya profesionalizarlo y dedicarme totalmente al estudio de la técnica y los principios básicos; composición, luz, sombra, etcétera.

El agua es emoción, es trabajar con un elemento que no puedes dominar, no tienes el control no es un elemento seco y es mucho más difícil conseguir formas, de rostros sobre todo.

Cuando realizo esta serie estaba en etapa de transición, donde pasé del dibujo al bosquejo en acuarela, porque realicé clases online con un retratista italiano que se llama Michele Bajona, y él explicaba que cuando uno hace un dibujo, uno empieza a colorear, no a construir. Fue entonces cuando me di cuenta que mi trabajo estaba siendo muy acotado. Empecé dibujar directamente con acuarela, enfocándome en el rostro, pintando húmedo sobre seco. Ahora ya pinto húmedo sobre húmedo y sin ningún bosquejo en acuarela; ha sido una evolución que he experimentado y me ha costado mucho dominar, pero ahora puedo decir que en Chile soy la que domina la técnica de “Alla Prima”. Muy pocos pintan Alla Prima, que significa sin bosquejo y húmedo sobre húmedo, en el mundo, y en Chile casi nadie lo hace, menos en un retrato, menos con los resultados que he logrado obtener; rostros asimilables, que transmiten mucha emoción.

Creo que el agua, en particular, cumple la función de transmitir expresividad y emocionalidad, algo importante porque el agua, para mí, hace el 90%

En acuarela uno compra pliegos grandes, de 56×76 centímetros, y mientras más grande es el papel, el control del agua es más difícil.

El trabajo con agua me ha permitido una soltura impresionante; de hecho defino mi trabajo como una corriente artística que estoy creando y la defino como “realismo interpretativo”, porque si te fijas el realismo es prácticamente la emoción; ves un rostro y te das cuenta que no es un abstracto, pero sí en conjunción todos los elementos hacen una abstracción, y eso pertenece a la abstracción del sentimiento.

También creo que en Chile estoy siendo pionera de una nueva escuela de acuarela, ya que no tengo estudios académicos y sin embargo hay mucha discriminación; primero porque no vengo de una institución; la institucionalidad te corta mucho las alas. Me han dicho que este mismo trabajo, la serie “El Despojo” no es acuarela, que nunca lo defina como tal porque no se pinta así. Existe mucho celo académico cuando una intenta expresarse de la forma libre que te entrega el arte. Quiero crear una escuela que permita nuevas expresiones, nuevos talentos, y nuevas individualidades, lo que la individualidad puede entregar y no seguir a la masa, ni seguir al maestro que es considerado un buen técnico.

Respecto al discurso, ¿cómo nace la idea de trabajar estos rostros con sus historias de despojos y memorias?

…todavía me cuesta conectar con motivos que no tengan un alma y ojos, y creo que es porque mi carrera también me llevó a analizar mucho; la importancia del “mirar” y del “mirarse”, de la ventana del alma que significan los ojos.

Es la importancia a través de mi arte mostrar problemáticas sociales, mostrar pieles curtidas, personas trabajadoras, gente que ha sufrido las vicisitudes de la vida o que ha estado bajo el sol, trabajando en la tierra o ellos mismos sufriendo las consecuencias de un sistema, todo va muy ligado a mi carrera de Trabajo Social.

De qué forma puedo aportar, puedo incidir; es súper complejo tener una carrera y no saber cómo conjugarla, que estás haciendo algo trascendente. Ahí comenzó mi cuestionamiento, y un colega me sugirió, desde mi visión de mundo, pintar pueblos originarios, y me pregunté “¿qué es mi visión de mundo?”.

Te puedo decir que mi visión de mundo es esa; incidir a través de lo que mis manos me permitan y de lo que mi pasión me genera, de forma social y cultural, y por lo mismo muchas personas querían comprar esta serie y algunas pinturas, y no me las imaginaba en un comedor o en una casa. Creo que estas obras tienen que estar unidas porque tienen un objetivo y es que cuando los extranjeros visiten el museo de la Memoria Selk’nam se encuentren con sus rostros y lo que éstos transmiten, y que sepan también lo que hicieron sus ancestros en Chile.

Ha sido muy difícil llegar al público chileno con esta serie; para nosotros el despojo es lo que le hicieron a nuestros ancestros, al pueblo selk’nam, al pueblo mapuche, pero también a nosotros como chilenos porque nos han despojado de nuestra raíz ancestral y la importancia espiritual que ellos tenían. Por lo tanto, al existir este despojo, de esta raíz, con las problemáticas de la araucanía, con la violencia que se ejerce hacia niñas, niños y adolescentes, también nos mantenemos en una situación muy lejana, porque sentimos que no pertenecemos; existe un sentimiento de no pertenencia y quiero que con esta serie recordemos.

Muchas de estas personas me recuerdan a mi mamá; ayer una niña me decía que el niño de la denuncia era igual a su papá cuando chico; son cosas que remueven mucho, que conmueven porque ellos son nuestros ancestros que vivían en paz, en una tranquilidad que llegaron a irrumpir y corrompieron sus almas. Aparte de todo el sufrimiento de carne que ellos sufrieron, el padecimiento físico, lo más importante y lo más fuerte es el despojo espiritual. Por eso, la imagen del despojo es un vaticinio, porque cuando pinté a esta mujer vi que era una chamana con una fuerte conexión espiritual y supe que a ella le contaron, a ella le mostraron el terrible augurio que se venía.

No hay palabras para describir lo que una obra puede transmitir.

¿Qué esperas para el futuro, como te proyectas, cómo lo ves?

Yo separo este proyecto artístico de mi otra línea de trabajo, porque éste es un proyecto, de verdad, el más importante. Sólo falta socializarlo y democratizarlo. Va a tener una relevancia importantísima para el país y a nivel internacional. Es la primera vez que esta serie estará disponible en un museo de la memoria, en un museo histórico; imagínate, lo impactante que va a ser. Por ejemplo, cuando vayas al museo del holocausto y veas que una obra te transmita lo que ellos vivieron en el holocausto; es muy distinto ver una fotografía, uno se aparta de la fotografía. El arte, eso es lo que te puede generar.

Esto tendrá una importancia en 10 ó 20 años, no lo sé, pero es importante.

Eso por una parte con El Despojo, y a nivel personal, en lo artístico, como soy mujer, soy joven y no vengo de una academia, quiero impulsar a que más mujeres se incentiven con el arte.

Cada uno respeta el trabajo del otro, pero creo que el maestro está en uno, en buscar la individualidad, en buscar qué es lo que uno quiere transmitir e intensificar el trabajo retrospectivo, de qué es mi energía femenina y qué puede entregar.

Eso también proviene de lo que nuestros ancestros nos dejaron; Latinoamérica tiene una energía muy potente, y quiero estimular también que las mujeres se empoderen, se sientan seguras de lo que sus manos y su energía puedan entregar. Y, no únicamente las mujeres, me gusta que vengan colegios, que estén interesados, ver algunos de sus trabajos…ahora decido cómo hacer un taller de carboncillo; una técnica muy barata y que permite muchas cosas. Una vez que manejas el carboncillo ya puedes iniciar otra técnica, y creo que así fue en mi caso.

Realizar este trabajo con niñas, niños y adolescentes que están en contextos donde es necesario darles un respiro, porque el arte es un respiro, el arte es una conexión, es estar en el presente, no en el pasado ni en el futuro. Es muy importante hacer esta labor que es social.

Esta obra tiene que estar en los lugares donde la gente no tenga este acercamiento. Los chiquillos estaban fascinados porque nunca habían visto este tipo de arte, además que la acuarela es súper poco conocida; es significativo que este arte, que todos pueden entender, que no es un abstracto no más con colores bonitos y buena técnica, sino que es arte con un mensaje detrás, llegue a las personas, y la gente lo entienda y se identifique también y quizás vea en alguna obra mía, alguna situación que esté viviendo y queden pensando y genere como ese trabajo mental también.

Cada obra que hago me genera eso; yo pinto en la noche, soy pintora nocturna. Toda la tarde tengo que prepararme emocionalmente para poder pintar en la noche, porque pinto con agua; cuando no estoy enfocada o no enfrento lo que me estaba pasando en el día a día, no me sale la pintura, no me sale, me frustro, y no me sale; entonces, ¿es un disfrute para mí la pintura?, no lo es totalmente, cada día es un desafío nuevo y el disfrute va en el resultado, en lo que transmite. Todo tiene un hilo conductor; las obras están ordenadas en el orden que las realicé, no las elegí porque sí, por ejemplo está Lola Kiepja, conocida como la última Selk’nam; es un mal concepto porque todavía existen Selk’nam resistiendo con su cultura, pero la importancia de ella radica en que mantuvo la cultura viva, porque le quitaron su cultura para poder sobrevivir, por eso la puse, para que la gente la busque y se informe.

“El Guerrero del Alba”

“Memorias de Mi Grandeza”

“El Vaticinio”

“El Último Amanecer”

“El Vuelo de los Zorzales”

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Créditos: Delegación Presidencial Provincial Maipo
Corporación Cultural y Patrimonial de San Bernardo
Biblioteca Pública de San Bernardo

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